Como bien sabéis, en Momoc siempre andamos buscando nuevas maneras de ser
eco-friendly y de incorporar prácticas sostenibles a nuestro
día a día. Por eso esta vez hemos pensado: ¿y si nos centramos en la cocina? Revaluar nuestros hábitos no sólo es bueno para el planeta, sino que nos fuerza a redecorar y reorganizar un espacio que por lo general solemos tocar poco. Además, sólo con cambiar unas cosillas puede ganar muchísima luz y es divertido hacerlo. ¿Te animas?
Usa envases y recipientes reutilizables para tu comida
Una de las maneras más fáciles de empezar a tener una cocina más sostenible es cambiando la forma que tenemos de guardar la comida. En vez de usar bolsitas de plástico desechables, ¿por qué no usar una de silicona? Vienen en diferentes tamaños y son perfectas para congelar sobras o meter en la mochila para llevar al cole. Otra es usando envoltorios reutilizables para la comida en vez de papel film o de aluminio, que se tira una vez se usa. Suelen estar hechos de materiales reutilizables como la cera de abeja o algodón orgánico. Basta con lavarlos una vez los hayas usado y podrás reutilizarlos las veces que quieras. Nuestra última sugerencia es usar botes de cristal. Son la manera perfecta de guardar la comida seca como cereales, pasta y arroz, y le darán a tu cocina un aspecto súper ordenado sin que tengas que hacer nada especial.
Crea tu propio huerto de hierbas aromáticas
¿No tienes espacio suficiente en casa para hacer un huerto? ¡No te preocupes! Siempre puedes plantar un huerto de hierbas aromáticas. Es muy fácil encontrar macetas de interior hechas específicamente para tenerlas en cualquier estante o encimera. La albahaca, la menta y el romero son de las plantas aromáticas que menos trabajo te van a dar. Tener tu propio huerto aromático es una manera muy fácil de involucrar a tu familia en las tareas de la cocina y de paso añadirle un toque de verde a tu casa. Además, ¿a quién no le gusta tener ingredientes frescos al alcance de la mano?
Presume de tu pan hecho por ti
Si te ha pasado como a nosotras y te dedicaste a hacer pan durante el confinamiento, qué mejor manera de guardar tus creaciones que con una bolsa reutilizable de lino para pan. En vez de usar una bolsa de plástico que además hará que tu pan se quede duro, opta por el lino. Dejará que tu pan respire y que no se seque, y eso hará que dure más tiempo y se mantenga más fresco. Podrás hacer las recetas que quieras sabiendo que tienes una manera sostenible de guardarlas después. Además, estas bolsas eco-friendly harán que parezca que acabas de volver de la panadería más cuqui del barrio.
Compra productos locales y orgánicos
Ir al mercado no sólo es divertido para toda la familia sino que es una manera de reducir tu huella de carbono. Existen muchas ventajas de comprar en tiendas locales: las frutas y verduras son de temporada, los productos son frescos y conoces a las personas que se esconden detrás de ellos. Asegúrate de llevar siempre contigo tus bolsas de algodón. Comprar de cercanía no sólo es bueno para el planeta sino que también lo es para tu comunidad y para tu salud.
¿Sabías? Comprando productos locales ahorras hasta 5-17 veces más de CO2 que si compras en un súper normal.
Usa cepillos eco-friendly para fregar tus platos
Lavar los platos con cepillos hechos de bambú u otros materiales reciclados es una muy buena manera de ser eco-friendly en tu cocina. En vez de ir a esponja por semana, compra un cepillo para fregar platos que sea duradero. Duran mucho y son muy fáciles de limpiar. Algunos hasta ofrecen remplazos que son compostables y perfectos para limpiar y cuidar del planeta a la vez sin demasiado esfuerzo.
¿Sabías?Las esponjas convencionales desprenden mini partículas de plástico que acaban en el mar cada vez que las usamos. Los microplásticos no sólo contaminan los océanos sino que muy a menudo se los acaban tragando animales como pájaros, peces y otras criaturas marinas.