Nos gusta mucho la mítica serie de documentales “Así se hace” de Discovery Channel. Y pensamos que si el público general supiera cómo se hace un zapato, quedaría fascinado por esta imprescindible pieza textil.
¿Sabes? Hace dos años que nos embarcamos en esta empresa y aún sentimos que nos faltaba mucho por conocer del mundo de la fabricación de calzado. Crear un zapato es muchísimo más complejo de lo que jamás hubiéramos imaginado antes de empezar en esto. Y, sinceramente, ya puestas a reflexionar al respecto, dar a conocer esta maravillosa complejidad, desde la escuela o en publicaciones especializadas del marketing del sector, nos beneficiaría a todas las partes: las consumidoras y consumidores contarían con más información, las empresas conseguiríamos mayor valoración por parte del público informado, y en las escuelas habría alumnado más motivado por el estudio de los oficios. Ahí lo dejamos caer para quienes quieran prestarle más atención. Nosotras, en principio, ponemos nuestro granito de arena con este artículo, explicándote cómo se hace un zapato.
¿Empezamos? Estamos seguras de que, después de conocer todo el proceso, no volverás a ver tus zapatos de la misma manera. ¿Qué te apuestas?
¡Pues comencemos por el principio!
Estas son las 10 piezas básicas que componen un zapato, sin contar con adornos u ornamenta, claro:
- Corte
- Forro
- Sudador
- Plantilla (o planta de almacén)
- Planta de montado (debajo de la plantilla)
- Tope
- Contrafuerte
- Horma
- Suela
- Tacón
Bien, para empezar y para que te hagas una primera idea del proceso: cada pieza está hecha por un proveedor distinto. Así que imagina la complejidad que ello supone a la hora de coordinar la cadena de montaje. Si un solo proveedor no llega a tiempo, el zapato no puede fabricarse.
A continuación enumeramos los pasos que requiere la fabricación. En cada paso, interviene una persona distinta. En total, al menos nueve personas toman parte en la elaboración manual del calzado.
¡Vamos allá!
Primero: creamos el diseño
Y el modelista lo ajusta a la horma elegida. Creamos el patrón original en una muestra de la talla 37 generalmente. Una vez confirmada la validez del modelo, preparamos las escalas para desarrollar el resto de tallajes.
Segundo: preparamos el corte, el forro y el sudador
Este trabajo requiere especial atención y precisión. Los tres detalles marcan la experiencia final del cliente. Bien entrando en contacto directo con la piel o bien facilitando una sensación concreta a la hora de caminar.
Tercero: aparamos el zapato
Cosemos los tres elementos que hemos citado en el paso anterior (corte, forro y sudador). Un cosido óptimo nos procurará la máxima durabilidad de cada pieza, por lo que se trata de un paso también muy importante.
Cuarto: embastamos
Pegamos el forro y el corte previamente cosidos, formando el chanclo. Entre el corte y el forro se colocan el contrafuerte y el tope que dan forma al zapato (la parte trasera y la delantera del zapato respectivamente). Llegando a este punto el zapato ya empieza a cobrar identidad.
Quinto: cortamos la plantilla ajustándola a la forma de la horma
¡Y acabamos de perfilar la identidad a nuestros zapatos timbrando el logo de la marca! Hay casas que ponen el logo sobre tela y posteriormente cosen o pegan la tela a la plantilla. En Momoc, por razones de sostenibilidad, timbramos el logo directamente sobre la plantilla, así usamos menos cantidad de materiales y, por lo tanto, generamos menos cantidad de residuos.
Sexto: colocamos la planta de montado
Es el elemento que está justo debajo de la plantilla. En ocasiones hay que forrar sus cantos para que no se vean. Por ejemplo, en este modelo La Mouette Burgundy de nuestra colección BURGUNDY, los cantos están forrados en piel blanca.
Una vez culminados los anteriores seis pasos, ¡nuestros zapatos pasan a la cadena de montaje!
En esta parte del proceso se coloca la planta de montado sobre la planta de la horma y, sobre esta última, el chanclo y se ajusta para que el chanclo quede con la forma de la horma. Posteriormente se rebate, esto es, se marca la planta para indicar las zonas que hay que lijar. El siguiente paso es lijar e inmediatamente después se pega la suela.
¡Ya casi tenemos los zapatos listos para enviar al almacén!
Solo faltan los últimos tres pasos de la cadena de montaje: sacamos el zapato de la horma, atornillamos el tacón y pegamos la plantilla.
Ahora sí… ¡Al almacén!
En la fase de almacén lavamos bien cada zapato. Los dejamos perfectos para que disfrutes de modelos originales, mimados desde el primer momento. Elegimos a proveedores nacionales que aman el mundo del calzado y eso se nota.
¡Por último empaquetamos!
Envolvemos cada pareja de Momoc en papel de seda reciclado y los introducimos en nuestras bolsas de algodón ecológico, ¡listos para hacer las delicias de tu día a día!
¿Quieres saber más?
En el siguiente vídeo te mostramos el montaje de la sandalia Sable: Detrás del escenario. ¡Que lo disfrutes!
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Un abrazo enorme y hasta la próxima.