En Momoc sentimos debilidad por los mocasines y por las bailarinas. Nos parecen zapatos cómodos y sencillos que se adaptan a cualquier situación: desde una mañana de oficina hasta un cóctel, pasando por una reunión de negocios o un paseo por tu ciudad favorita. Precisamente, su adaptabilidad los hace imprescindibles en nuestras colecciones pensadas en mujeres que improvisan y alargan los días todo lo posible, como nosotras.
Nos encanta combinar nuestros mocasines y bailarinas con jeans y skinny jeans. En color negro, mejor que mejor, para que los zapatos cobren todo el protagonismo. En otoño, con abrigos largos quedan estupendos. Y les dan un toque con mucha personalidad a las chaquetas de cuero y a las t-shirt band. Además, caben en cualquier sitio. Así que son una opción perfecta para las escapadas de fin de semana por Europa o los viajes de negocios.
Podríamos escribir tres artículos más enumerando las ventajas de los mocasines y las bailarinas, ¿pero a que no sabías estas curiosidades?
El término «mocasín» viene de makasin, que significa zapato en la lengua algonquina del pueblo powhatan
Así que este tipo de calzado era tradicional en los pueblos indígenas de América del norte. Los fabricaban mujeres, con suela pegada y uno o dos pedazos de piel de animal. Hombres, mujeres y niños calzaban mocasines iguales.
El diseño viajó de América a Noruega
Los noruegos que regresaron del nuevo continente fusionaron el diseño de los mocasines indígenas con el de los zapatos tradicionales de los pescadores. Los soldados americanos que viajaron a Noruega en la primera guerra mundial quedaron fascinados por este tipo de calzado y lo llevaron de vuelta a América.
Empezó a popularizarse entre la burguesía americana en los años 30
La firma G.H. Bass & Co lanzó el modelo Weejun para hombre en 1936. El nombre comercial fusionaba los orígenes indígena y noruego. De hecho, el término Weejun es una variación fonética del gentilicio norwegian.
Uno de los modelos de mocasín más usados en Inglaterra recibía el nombre de penny loafer
La nomenclatura hace referencia a la ranura central, en la que cabía perfectamente un penique. Varios relatos que hemos encontrado en la red cuentan que la burguesía inglesa de la época guardaba un penique en sus mocasines para usar en caso de urgencia o improviso, pero ese dato no está históricamente demostrado. Lo que sí está claro es que en el siglo pasado un penique daba para mucho.
Se convirtieron en el zapato universitario de la sociedad estadounidense de los 40
Gracias a su diseño, a su comodidad y a que también se pusieron de moda entre los escritores de la famosa Generación Perdida.
La gran Audrey Hepburn popularizó el uso de mocasines entre las mujeres
En un principio tenían que comprar modelos masculinos en tallaje de niño. Menos mal… a nosotras no nos pilló esa época.
Gucci fue quién llevo los mocasines a las altas esferas
Con el modelo Horsebit, de formas mucho más estilizadas que las habituales y fabricado en cuero de becerro lustrado.
En 2013, coincidiendo con el sesenta aniversario del primer diseño de mocasines de Gucci, la marca inauguró una exposición sobre la historia y las curiosidades de estos zapatos
La exposición incluía el diseño de mocasines que llevó Madonna a los MTV Video Music Awards, los mocasines de Brad Pitt en el «El club de la lucha» y los que popularizó Jodie Foster en los setenta.
Los mocasines más caros del mundo cuestan nada más y nada menos que dos millones de dólares
Sí, has leído bien. Los diseñó Tom Ford, que tiró siete pares de zapatos en busca del modelo perfecto. Eso no parece nada sostenible, dicho sea de paso. El rapero y actor Nick Cannon fue el destinatario de estos carísimos mocasines hechos en oro blanco y adornados con catorce mil diamantes blancos, casi nada. En su realización se invirtieron unas 2000 horas, casi nada tampoco. Muchos de los mocasines sostenibles de nuestras colecciones exclusivas no llegan a dos cientos euros y también están muy bien, ¿eh? te lo dejamos caer como quien no quiere la cosa. Y ya sabes, los hacemos bajo criterios de fabricación responsable, son respetuosos con el medio ambiente y aquí, como en casa de nuestras madres, no se tira nada.
Bueno, ¿qué te ha parecido el artículo? ¿A que no conocías muchas de estas curiosidades? ¿A que ahora ves los mocasines de otra manera?
Tenemos pensado hablar mucho más de los mocasines y de las bailarinas. Este artículo es solo para abrir boca. Queremos enseñarte looks y trucos de estilo de nuestras clientas, consejos para que te duren más, curiosidades de su proceso de fabricación aquí en Momoc, noticias sobre el planeta y cómo podemos aportar nuestro granito de arena… Sobre todo, nos encantaría que nos dieras ideas para contar cosas que te interesen, acerca de mocasines, bailarinas, vida sostenible y tus acciones o acerca de lo que quieras. Anímate a enviarnos tus propuestas a momoc@momocshoes.com. Y si te apetece que te mantengamos al tanto de las publicaciones de cada mes, ¡ suscríbete a nuestro blog!
Un abrazo enorme y hasta la próxima.