Sí, faltan menos de dos semanas para Navidad y aún estamos haciéndonos a la idea que han pasado ya 9 meses desde marzo. Diciembre suele ser un mes de celebraciones y aunque vamos a seguir celebrando lo que hay que celebrar, seguramente no vaya a ser igual que otros años. Hace poco os pedimos en Instagram que compartieseis con nosotras algo positivo del 2020, para acabar el año con buen pie y hoy queremos devolveros el favor compartiendo 5 consejos que te ayudarán a hacer de estas navidades, unas navidades eco-friendly. ¡Empezamos!
¿Árbol o no árbol?
En un mundo ideal, la solución perfecta sería directamente abstenerse de comprar árbol. Y aunque somos conscientes de que lo de poner el árbol es una costumbre más bien anglosajona, no podemos evitar verle el lado mágico a ese pino con sus lucecitas y colores varios.
Según un estudio hecho por la consultora canadiense Ellipsos, un árbol artificial tendría que ser reutilizado durante más de 20 años para llegar a ser más sostenible que comprar un árbol recién cortado cada año. Aún así, si tienes árbol artificial en casa, úsalo hasta que se le caigan las ramas. Una de las cosas más sostenibles que podemos hacer es no crear ningún residuo innecesario. Eso sí, si lo vas a tirar, acuérdate siempre de reciclarlo bien.
En cuanto a deshacerse de los árboles de verdad, por lo general existen programas específicos que convierten tu árbol en mantillo o astillas. Si por lo que sea no tienes acceso a esos servicios, lo mejor es que lo tires al compost. Y si lo único que quieres es tener una planta con luces y no te importa que sea un abeto o un cactus, ¡haz uso de las plantas que tienes en casa! Las tradiciones las creamos nosotros mismos, así que dales la vuelta y hazte las tuyas propias.
Hablando de luces…
Sabemos que te gustan. A nosotras también. Son como de cuento de hadas, mágicas. Pero igual que son mágicas, también son muy contaminantes. Lo bueno es que las luces de bajo consumo existen y son la solución perfecta. De hecho, las luces LED usan el 90% menos de energía que las luces de navidad convencionales, y además duran muchos más años. Pero volvemos a repetir: esto no quiere decir que tengas que tirar todas las luces que tienes en casa y las remplaces por un set completamente nuevo. Usa siempre las que tengas hasta que ya no les puedas dar más uso. Una vez haya llegado su hora, vete al punto limpio que te quede más cerca y asegúrate de tirarlas donde es debido.
Si aún no tienes un temporizador para tus luces, ¿a qué estás esperando? No sólo te harás un favor a ti misma/o ahorrando dinero y tiempo, sino que le harás un favor al Planeta ahorrando ese gasto de energía innecesaria. Prográmalas para que se apaguen durante el día y a la hora de irte a dormir.
Cuantas menos decoraciones, mejor
O como dice Reformation: “Evita el espumillón y otras decoraciones de plástico a no ser que vayas a usar cada año las mismas. De lo contrario, todo eso acaba en vertederos y los vertederos no tienen por qué quedar decorados“.
A la hora de decorar la mesa, evita el uso de los plásticos de un solo uso. Recuerda que cuantos menos residuos generemos, mejor. Lo mismo va para lo que sobre de la comida que prepares. ¡No la tires! Llévala a organizaciones en las que confíes y dásela a la gente que más lo necesita. Haz que este año difícil sea un poco menos difícil para otra persona.
Cuidado con los envoltorios
Hablando de generar residuos innecesarios… hablemos del concepto ‘envolver regalos’. Papel y plástico que se usa durante unas horas para ser destrozado y tirado acto seguido. El colmo de los residuos. Y no es que no lo entendamos: tú quieres que tus regalos queden bonitos, claro. Pero ¿y si te dijésemos que existen otras maneras de hacerlo? Puedes envolver tus regalos con papel de periódico, revistas antiguas y cosas que encuentres por tu casa – desde paños, hasta sábanas que ya no uses, toallas, restos de telas… ¡usa tu imaginación! ( y Pinterest para inspirarte). Y por supuesto: reutiliza las cosas que ya tengas. Lazos, cintas, bolsitas de regalo… Lo importante es sobre todo evitar el papel metálico porque ese sí que no es reciclable.
Un regalo más allá del regalo
¿Cuántas veces te has visto en la situación de ir corriendo el día antes a por los regalos que te faltan y comprar lo primero que ves con tal de comprar algo y quedar bien? Todos queremos pensar que esos regalos se han usado año tras año, pero lo más seguro es que lleven abandonados en un armario oscuro desde el minuto que salieron de su envoltorio. Regalar cosas que no se van a usar realmente no tiene mucho sentido, así que si no sabes qué regalar: ¿por qué no haces una donación a una causa que le importe a la persona en concreto?
Sabemos también lo mucho que tienta quedar bien con el detallito de la tarjeta navideña, pero la realidad es que esta tradición es una de las que más residuos genera. Intenta evitar comprarlas siempre que puedas y si de verdad quieres hacerlo, trata de usar una que use papel certificado FCS y tinta de soja.
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¡Felices fiestas!